Sabéis qué? Este Miércoles pasado me dijo mi Amo ''Quizá mañana tienes la suerte de servirme, puta perra''. Supongo que les pasa a todas... yo, me pongo super feliz y se me nota a miles de kilómetros de distancia.
Ayer por la noche quedé con él y... ojalá no lo hubiera hecho. Me dijo que a las 21:30 me quería en la puerta de su casa, y podría haberlo conseguido si tuviera coche, que son solo 20 minutos de camino, pero no tengo, así que he de ir en bus. Entre que cojo uno y hago transbordo con otro, me lleva una hora mas o menos. Esto me lo dijo a las 20:36.
Igualmente, yo estaba con una de mis mejores amigas, que apenas la veo, en casa tomando un par de cervezas. Ella también tenia que irse porque había quedado, así que, no fui corriendo en cuanto me dijo que empezara a vestirme. Tampoco tardamos mucho tiempo en acabar, mi amiga me llevo en coche hasta la segunda parada que debía coger para llegar más rápido, así que...
10 min para que pase el bus... que hago? He dejado de morderme las uñas, que lo he hecho durante toooda mi vida, y no me las mordía un poquito, no, ¡mordía todo lo que podía y más! incluidas las pieles... así que, me lío un cigarro, siempre me pongo nerviosa cuando voy a quedar con mi Amo. Me dejo una tacha porque viene ya el bus, y decido que me la acabo cuando baje, antes de picarle.
Lo se, mala idea. Bueno, en ese momento no me lo parecía... Ahora si. ¡Y tanto que si! mi Amo se ha encargado de ello. Él no fuma, odia el tabaco, por eso, uno de los requisitos para ser su perra es NO fumar, ¡y yo lo dejé por él! Lo dejé... El mismo día que dejó de ser mi Amo, en Marzo, dejé de dejarlo. Tenía más sentido dejarlo por él, que por mi misma.
Me toca volver a dejarlo, pero esta vez no me siento igual que la primera. Antes tenía más fe, pero ahora, después de dejar de ser su perra, y de saber más que antes, no sé por qué... pero no siento que pueda. Creo que es porque sigo sin verle mucho futuro a lo que sea que tengamos, y eso no me da las ganas que tenia al principio para dejar de fumar. Lo intentaré, lo haré igualmente. Me esforzaré... pero siento que, o me acabaré rindiendo, o me costará muchísimo más.
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Llego a su casa tarde, obviamente, digo ''¡¡Hola!! muy happy (en esos momentos no era consciente de la gran falta que había cometido) y me acerco para darle dos besos. Él está serio, muy serio, y quieto, no me devuelve los dos besos. Alarga la mano, sin decir una palabra aún, con el antifaz en la mano para que me lo ponga. Me sienta en el sofá y se va a buscar lo que necesita, dos cuerdas.
No os puedo describir como estaba atada porque no sabría como decirlo. Tenía las manos entre las piernas, y estas levantadas, con las rodillas dobladas. Creo que así no os lo imaginareis... Algo parecido a la posición fetal, si, pero de forma incomoda porque las cuerdas me subían mucho las piernas, y el cuello... que también estaba atado a las cuerdas de las piernas para que no pudiera estirarme.
Vuelve a irse. Estoy muy nerviosa e incomoda, no me gusta no saber lo que esta haciendo, que se tire unos minutos, que se me hicieron eternos, haciendo ruidos. Por fin ha acabado. Lo tengo cerca, huelo a él. Me encanta como huele. Me pone la mordaza, ¡que madre mía! que incomodo es llevar la boca tan abierta todo el rato, y empieza a azotarme, pero fuerte, no me da el placer de acostumbrarme poco a poco al dolor.
No os puedo describir las sensación que tuve, pero sí deciros lo que pensaba mientras era azotada. Empecé con ''venga Avril, aguanta, tu Amo te azotó con una caña de bambú, muuuy fuerte, ¡y pudiste aguantarlo! Si pudiste con eso, puedes con esto''. Pero no, no podía con eso. ¡Dolía muchísimo! En algunas partes podía aguantarlo medianamente bien, ¿pero en otras? en otras no podía evitar sacar la mano de entre mis muslos y tapar mi herido culito.
No poder decirle, suplicarle, que pare, o quejarme como necesitaba, por la mordaza, me hacia sentir mal, y acabé pensando...''¿Y si no puedo aguantarlo hasta el final? ¿Cómo voy a decir mi palabra de seguridad? Casi no puedo moverme, no puedo girarme entera para decir, sin decir, basta''. Tampoco sabía cuanto tiempo iba a estar así, lo que llevaba ya me parecía mucho. Para. Me da la vuelta y me pregunta si quiero hablar. Asiento con la cabeza, no se si se me vio desesperada. Me quita la mordaza y el antifaz, lo primero que digo es ''Lo siento mi Amo, ¡lo siento!'', ''¿Por qué?'' me dice, y le contesto que lo siento por llegar tarde, que me perdone. ''¿Sólo eso?'' ¿Es que hay algo más? pienso, y... ¿Será por fumar? ¿Será eso? ¿Lo digo?. ''¿Por oler a tabaco?'' le digo con cara de pena y voz insegura o con voz de miedo, no lo se (porque sabía que era eso).
Vuelve a ponerme en la posición que estaba antes, con la mordaza, para seguir castigándome. ''¡Por Diosss, que se acabe esto ya! No se si podré aguantar mucho más'' pienso y aguanto todo lo que puedo, quitando la mano de donde debería estar para proteger a mi culo, aunque eso no impide que siga dándome. Me pasa una servilleta por el culo antes de volverme a girarme y a preguntar...''¿Quieres hablar?''. ¿Me ha pasado una servilleta porque me ha hecho hasta sangre? No puedo creérmelo. Dejo de pensar en eso y me centro en lo que he de decir. Esta vez tendré que esforzarme más pidiéndole perdón, que vea que de verdad me arrepiento, si quiero seguir viva.
Mis sospechas se confirman, tengo el brazo derecho manchado de sangre por protegerme, veo con sangre lo que ha utilizado para azotarme, y la servilleta con la que me ha limpiado. Me duele el culo, mucho.
Me ordena ponerme bien apretada la mordaza y me abre la ventana que da a su balcón. ''Arrodíllate ahí hasta que yo te diga. Mirada baja''. Aunque intentaba relajarme y no pensar en el frío que hacía, no podía evitar temblar. El tiempo así se vuelve muy lento, y se me estaba haciendo bastante largo en ese momento, pero pensándolo ahora, viviendo lo que pasó más adelante, eso no era nada.
Viene a por mi. Me ordena que me vista, saldremos a la calle. Llevo un vestido corto, todo rosa fuerte (muy feo, es de mi hermana), por que mi Amo lo prefirió antes que mi preciosa falda, no le gustan los estampados, y no llevaba ropa interior.
Vamos hacia el coche y abre el maletero. ¡Pretende que me meta ahí dentro! sin cinturones, tumbada... pasa algo, ¡y me mato! Pero cuando veo que va en serio, obedezco. Puedo ver poco del camino, más el cielo y los arboles altos que otra cosa, pero pasamos por un sitio que reconozco. No estaba segura si era lo que pensaba pero... ¿íbamos al casino?
Gracias al camino, llevo la falda levantada, y la parte de arriba bajada. El vestido es de palabra de honor, así que se me veían todas la tetas. De repente, se abre el maletero, me giro y veo a uno de sus mejores amigos flipando. No se cortó ni un pelo en abrirme la puerta ahí en medio. Había un montón de coches, me vieron ahí, con la falda toda subida y las tetas al aire. Que buena imagen.
Entramos en el casino y se van a jugar. Yo me siento a esperarles en uno de los sofás y, ¡me cago en la puta! No me gusta decir estas palabras, pero es que no puedo expresarlo de otra forma. ¿Sabéis lo que es estar sola, sentada todo el rato, esperando a que por fin acabe mi Amo de una partida, sin saber el tiempo que me estaré allí? Sólo se que el pocker dura mucho tiempo.
No se a qué hora empecé a esperar, llevaba un buen rato (o eso me lo pareció) cuando pregunté por primera vez la hora. Las 00:10. Sigo sentada, pienso en todo, una y otra vez, una y otra vez. Vuelvo a preguntar la hora. Las 00:25, sólo han pasado 15 minutos... ''bueno entre las 00:45 y la 1:00 debe de acabar, ya hará una hora que espero''. Vuelvo a preguntar la hora, cada vez estoy mas harta, no paro de mirar la entrada, esperando a que salga, y cada vez que veo una mesa levantarse porque han acabado me emociono, pero luego se acercan y me desilusiono. Vuelvo a preguntar la hora. Las 00:30. ''¿Quuuééééé? ¿5 míseros minutos?'' Ya empiezo a cabrearme, paso de pensar en lo malo que he hecho y en lo tonta que soy y empiezo a pensar lo que le diré cuando acabe la partida.
Lo pienso un buen rato, creo. No quiero preguntar la hora para que me digan ''Las 00:35'' y llevarme otro chasco por saber que, después de esperar, para mi, 30 minutos, en realidad sólo hayan pasado 5.
Vuelvo a pensar y repensar. ''¿Pero tu eres tonta? ¿Cómo le vas a decir enfadada tal cosa? Recuerda, no te quejes ni te enfades, y mucho menos le digas lo que acabas de pensar. Eres una buena perra, bueno, aun no del todo, pero lo intentas, y esto es una prueba más. ¿Quieres fallarla? ¡Estas cosas son las que no le gustan!. Pregunto de nuevo. Son las 00:50. Uff ya llevo una hora, tiene que salir ya mismo, no le puede quedar mucho.
Sigo esperando y esperando, intento dormir para que se me haga más rápido, pero no puedo, estoy en una posición muy incomoda. Si llevara pantalones me habría tumbado en el sofá, pero llevaba vestido y sin ropa interior, sólo podía sentarme recta, con las piernas juntas.
Después de pensar en el gran error de fumar (llegar tarde ya ni lo cuento, no me habría hecho esto por llegar tarde), animarme a hablar bien y no hacer notar que estoy enfadada, preguntar la hora, mirar de vez en cuando a la salida y no ver salir a nadie, me entran ganas de llorar. Aguanto y hundo la cabeza en el cojín grande que tenía en mis piernas para que nadie me vea. No lloré, sólo me cayeron 3 o 4 lágrimas, lo demás pude aguantarlo respirando hondo e intentando distraer mi mente.
Se sienta alguien a mi lado y me dice algo, miro y, ¡¡es el amigo!! Me dice que no le debe de quedar mucho a N. Le pregunto la hora, hacía rato que no la sabía y... la 1:27.
En total fueron casi dos horas las que estuve esperando.
Vamos al coche y veo que no abre el maletero, así que me voy al asiento del copiloto. Al principio iba bien, lo intentaba olvidar, hacía como si no pasara nada, aunque por dentro me afectaba. Cuando dejamos a su amigo, creo que me preguntó por lo que había pensado todo ese tiempo. Decir lo que pienso no es lo que mejor se me da, todos lo sabemos. Estuve casi dos horas, claro que pensé en miles de cosas, pero me limité a decir 4 palabras que no aclaraban nada. La cosa ya empieza a ir mal, me ataca diciendo unas cuantas cosas y ya me pongo a la defensiva. Le contesté borde dos o tres veces, ni me acuerdo, pero tampoco le conteste borde, borde, me estaba conteniendo. Tampoco puedo hablar felizmente cuando me ataca. Simplemente no me sale, no puedo, aunque lo intente.
Estamos en su casa, me ordena arrodillarme en el suelo. Lo hago pero en vez de quedarme recta, me hago una bolita. ''¡Recta!'', Y eso hago pero apoyo la cabeza en el sofá. ''¿Sabes lo que es recta?''. Vuelve a atacarme y a preguntarme cosas. No digo nada, estamos los dos en silencio, él esperando una respuesta y yo esperando a que lo deje estar. Coge el portátil y el panorama es este: él ignorándome completamente, haciendo a saber qué con el portátil y yo callada, de rodillas en el suelo y pensando todo el rato en si responder a sus preguntas o no, o decir ''no sé si es mejor que me vaya''.
Como no se si me dará por empezar a llorar mientras le digo todo, decido que será mejor decir la otra opción. ''A qué te refieres'' me contesta. Digo NO SÉ si es mejor que me vaya, no por mí, sino por él. No sé lo que piensa, y viendo que estaba con el ordenador como si yo no estuviera, parecía que esperaba a que lo dijera. Aunque sabía que me diría que sí, tenia una pequeña esperanza de escuchar ''no'' y que se olvidara todo. Quería tumbarme con él, que me acariciara... todo era tan frio...
Pero eso no fue lo que pasó.
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