Muy Intenso

La semana pasada envié a N un Word titulado ''Pensamientos'', donde explicaba todo lo que pensaba y sentía sobre él, y no le había dicho por miedo. No me contestó, me dijo que mejor lo habláramos en persona.

(No me enrollare en esta parte)

Ayer quedamos y ufff (suspiro)... como me encanta. Al principio hablamos un poco sobre lo que le escribí en el Word, bueno, me dijo que le explicara lo que puse, y... ¡Si se lo escribí, fue porque no quería decírselo en persona! Me pone demasiado nerviosa, no paro de moverme, no puedo mirarle, no puedo estar seria, ¡sonrío todo el rato!

Le cuento lo primero que escribí, más o menos una cuarta parte, y me guardo todo lo demás, no quería ''perder el tiempo'' hablando de algo que ya sabe y pasamos a hablar de lo que quiero. ¿Que qué quiero? Eso tú ya lo sabes... 

Empieza el juego. ''Ponte de rodillas aquí''. Yo iba con un vestido corto, rojo, con un tirante en el lado derecho y sin tirante en el izquierdo. Juega con mis pechos, pellizcando, azotando y estrujándolos, mientras hablamos. También cae algún que otro beso y mordisco por el cuello. ¡Ahh! y bofetadas, por supuesto. Hmmmm ya voy mojada. No sé cuándo ni por qué, de repente escucho ''tu Amo''. O.O SHOCK. ''¿Mi Amo?'' le pregunto. Ya ha tomado una decisión, me adopta como su perra, y no me lo esperaba tan pronto. Ahora comienza el reto, ''¡venga Avril, demostra lo buena perra que puedes llegar a ser!'' pienso.

Estoy de rodillas en el sofá, con las manos atadas en la espalda (muy bien atadas), me dice ''no mires ni te muevas''. Siento como algo se pasea por mis pies, de arriba a bajo y... ¡ZAS! Bueno, este no ha sido muy fuerte y he podido aguantarlo, el siguiente, en cambio, hizo que levantara el culo a la vez que se me escapaba un pequeño gemido. Luego se centra en el culo, y cuando le empieza a picar la mano de tan fuertes azotes, coge un tocho de libro, pero por suerte, mi culo es bastante fuerte.

Soy una yonki del xixi, deseo a todas horas que meta los dedos dentro de mi y no salga nunca jijij pero no digo nada, mi Amo decide si quiere hacerlo, o no, cuando, y el tiempo que le dedicará. ¡Por suerte, ayer pude hasta cansarme! (es una forma de decir, ¡ni loca me canso de eso!). Respecto a mi bonito y delicado culo, me da miedo que se me acerque, le veo venir. No está muy acostumbrado a que le entre nada. Aunque... una cosa que no le he dicho a mi Amo, (no es por nada, simplemente no me ha preguntado sobre el tema), es que, cuando se acabó, a veces, cogía mi perfecto peine, de mango redondito y ni muy grande, ni muy pequeño, y, en más de una, dos y tres ocasiones, ha estado por ahí dentro.

Noto algo húmedo y resbaladizo, ya se lo que pretende. Me pongo nerviosa y solo puedo pensar ''Relajate, no va a doler, ¡si en verdad te gusta!''. Algo, no sé el qué (recuerda que tengo prohibido mirar), entra, sale, y vuelve a entrar unas cuantas veces. Ogggghhh, no lo recordaba así... él lo hace mucho, muchísimo mejor que yo. Me atrevo a decir que me gusta más que follar. Con follar quiero decir polla-xixi, su mano en mi coño siempre ganará todas las batallas.

Se va. Aprovecho para tocar lo que fuera que estuviera en mi culo, y descubro que es una brocha para pintar. Bendita brocha. Vuelve a donde estoy, había ido a por pinzas. Me pone unas cuantas por debajo del culo, sí, sí, esa parte tan sensible, y en el interior del muslo. ¡Que fuertes son esas pinzas! No las recordaba así, en mis tetas no dolían tanto... Pero no importa, sabes por qué? Olvido por completo que las tengo puestas en cuanto coge, lo que supongo que es, otra brocha, para metermela en el culo. Parece ser que mi querido Amo veía poco tener solo una puesta, y dos, porque después de la segunda... ¡coge una tercera! Ya podéis verme ahí, cagadita total, suplicándole por favor, que no lo hiciera.
Mientras estaba llega por el culo, se dio cuenta de que estaba vacía por la otra entrada, y, supongo, lo vio injusto. Yo también, para que mentir.

Hora de quitar todo lo que llevo encima, que alivio, y, en serio, de las pinzas me olvidé por completo. Decide comprobar cuanto cabe en mi xixi, e intenta meter la mano entera. Intenta, ¡su mano es ENORME! Me dolía pero podía aguantarlo sin problemas, o, al menos, eso es lo que pienso ahora. En esos momentos me preocupaba que, con lo que le estaba costando meter la mano (que si fuera la mía, habría entrado hacía rato ya), si lo conseguía, ¿Cómo iba a sacarla? Le veía atascado dentro de mi jajaja Ya se que no es posible, pero en esos momentos piensas barbaridades. Lo deja estar. Ya ha habido suficiente, no se ha conseguido, pero casi casi.

Me tumbo en el sofá y, esta vez, me pone un antifaz. Mejor, creo que, si estas de cara a él, es difícil no mirar.  Le toca el juego a las velas, y... ¡La suya quema el triple! o eso me parece cuando, la cera caliente, cae en mis pechos y baja hasta el monte de venus. Me quejo y muevo más de lo que pensaba que haría. No se si es porque hacía muuucho tiempo que no vivía algo tan intenso y me he vuelto sensiblera,  o porque me creo que aguanto más de lo que puedo.

Tranquilos, ya queda poco.

Hacemos, o mejor dicho, hace (porque yo solo la corté), una pizza para cenar. Me pongo a 4 patas en el sofá y apoya el portátil en mi espalda baja para ver, más que cómodo, mientras cena, un documental. Se me hace eterno, pero por fin puedo sentarme en el suelo, a su lado, para cenar yo también.

La guinda del pastel de la lleva el momento en que necesito ir al baño. Sus instrucciones son claras, ''Ve a la cocina, coge el bol de metal grande que hay en la encimera y te vas al balcon, como las perras. Ahh, y, por supuesto, al lado de las luces, para que te vea bien''. Me costó, pero al final lo conseguí. Igualmente... no me quedaba otra, ¿verdad? ;)

Gracias por hacerme pasar esta noche tan intensa.

Perra de N