Me encuentro frente a mi Amo sosteniendo el bol metálico de tamaño grande que siempre uso como baño. Supongo que no hace falta decir que las perritas no van al lavabo ''de personas''.
Después de unos segundos mirándonos en silencio, agacho la cabeza. Se me escapa una risilla nerviosa.
-¿Sabes lo que va a pasar? -Me pregunta-
Niego con la cabeza mientras intento aguantar la risilla que amenaza con salir de nuevo.
-Seeh... Sí lo sabes. ¿Qué has pensado, perra?
Le miro.
-Nada, mi Amo -le respondo con la mejor voz de niña buena que sé poner-
Levanta ligeramente la ceja derecha a la vez que baja la izquierda y me lanza una mirada asesina. Esta vez se me escapa y vuelve a salir de mí una risilla, pero esta vez divertida.
- ¿Ir al lavabo para vaciar el bol? - digo con una sonrisa que claramente significaba ''por favor???''- [insertar carita de angel O:)]
Se ríe.
- No me mientas, perrita.
Aparto la mirada para fijarla en el bol y suspiro. Sí, sé lo que va a pasar, pero antes de decirlo en voz alta, lo repito varias veces en mi mente, como si eso me preparara de alguna forma.
-He de probarlo? -pregunto dirigiendo mi mirada hacia él sin levantar la cabeza-
- Ahá -se escucha a la vez que asiente-
Inspiro hondo. Seguidamente, voy a por un vaso a la cocina, vuelco del bol lo que equivale a un trago, y le miro suplicante, esperando que sea suficiente.
- Está bien.
Uf, que alivio. Miro el vaso, ''bueno, no tiene mala pinta, es totalmente transparente. ¡Será como beber agua!'' -me digo. Sigo mirando el vaso, me intento visualizar pegando el trago para impulsarme a hacerlo.
- Vale ¡A la de 3!
Grii Grii. Al parecer tengo que contar yo.
- Uuuuuuuunaaaaa,,,,,,,,,,,Dooooooooooossss,,,,,,,,,,,,yyyyyyyyy,,,,,,,,,,,,,¡TtttttttttRES! ¡Ay, espera, espera! Aún no puedo, un momento, déjame pensar más. -(Se veía venir...)-
-No, no lo pienses, tienes que hacerlo sin pensar. Te doy 5 segundos.
Se me acelera el pulso. Estrés.
-Vale. ¿Cuentas tú o yo? -le pregunto rápido e increíblemente nerviosa-
-Ya estoy contando: 3, 2, 1...
Cierro los ojos y sin pensar más, vuelco el vaso en mi boca mientras me echo hacia atrás de la misma forma en que me bebo un chupito. Trago.
-¿Que, qué tal?
Por una parte no ha sido tan malo como esperaba, por otra... Pienso en que acabo de beber mi propio pipi y gracias a Dios que no me dan arcadas. ''Mejor no lo pienses más, a ver si al final va a ser lo que pasará'', me digo a mí misma.
-Bien, ¿Puedo beber agua ya, mi Amo?
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