Hace unos meses mi Amo me dijo que tenía un collar guardado para mí, pero que todavía no me lo iba a poner. Y tal vez no me lo llegaría a poner nunca. Que lo tuviera no aseguraba nada, todo dependía de mí y de mi comportamiento.
La última vez que nos vimos me hizo una pregunta. Me preguntó por qué no le había preguntado nada sobre el collar. Ni siquiera mencionarlo. No es ningún secreto que mi paciencia se encuentra bajo cero, y conociéndome, raro es que todavía no hubiera insistido en saber cuándo me lo pondría. ¡Pero claro que me lo he preguntado! Me he preguntado cómo será; si me gustará o no, cuánto tiempo debe pasar portándome bien para que considere que merezco llevarlo, cómo será ese momento; ¿Irá a buscarlo sin más y me lo pondrá tal cual, o lo hará a escondidas y no me lo esperaré? ¿Pero de qué me serviría preguntárselo a él?
Le respondí simplemente que no tenía nada que preguntar, que ya lo sabía todo. Aún no estoy preparada para llevarlo. ¿Y sabéis? Me alegra que así sea. Por una parte muero por él. Lo quiero ya, ya de ya. Pero por otra, no me gustaría conseguirlo tan fácilmente. No lo valoraría como valoraré este que tiene cuando me lo ponga.
Y volvió a preguntarme. ''¿Por qué parece que esto es la única cosa con la que has decidido portarte como una sumisa?'' Suele tener una forma de ''decirme-nodecirme'' las cosas que hago bien algo especial, pero sé que valora la paciencia que estoy teniendo . Sobre todo porque no suelo tener (¡Esto es un milagro! jiji Nah, ahora en serio) Y que está sorprendido del comportamiento que estoy teniendo. Me sentí, y me siento muy orgullosa de mí misma.
Sólo tuya.
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